LAS ENSEÑANZAS EN FAVOR DE LA VERDAD
Introducción
El Espíritu Santo usa la lógica con tanta facilidad y eficacia como lo hace el ego, salvo que Sus conclusiones no son dementes. Éstas toman una dirección diametralmente opuesta y apuntan tan claramente hacia el Cielo como el ego apunta hacia las tinieblas y la muerte. 1.4:5
Démosle la espalda ahora y sigamos la simple lógica que el Espíritu Santo utiliza para enseñar las sencillas conclusiones que hablan a favor de la verdad y sólo de la verdad. 1.8
I.- Las condiciones del aprendizaje
El conocimiento no es algo que se pueda enseñar, pero sus condiciones se tienen que adquirir, pues eso fue lo que desechaste. Puedes aprender a bendecir; pero no puedes dar lo que no tienes.Cap.14.I.1.2:3
Cualquier dirección que conduzca a donde el Espíritu Santo no te conduce no lleva a ninguna parte. Cualquier cosa que niegues que el Espíritu Santo sepa que es verdad, te la estás negando a ti mismo, y Él tiene que enseñarte, por lo tanto, a no negarla. El proceso de des-hacimiento es indirecto, tal como lo es el de fabricar. Cap.14.I.4.1:3
Fuiste creado, solo para crear, no para ver ni para fabricar nada. Éstas no son sino expresiones indirectas de la voluntad de vivir, que ha sido obstaculizada por el caprichoso y profano deseo de morir y matar, el cual tu Padre no comparte contigo. Te has impuesto a ti mismo la tarea de compartir lo que no se puede compartir. Y mientras sigas pensando que puedes aprender a hacerlo, no creerás todo lo que sí se puede aprender a hacer. Cap.14.I.4.4:7
II.- El alumno feliz
El Espíritu Santo necesita un alumno feliz en quien Su misión pueda llevarse a cabo felizmente. Tú que eres tan partidario de la aflicción, debes reconocer en primer lugar que eres infeliz y desdichado. El Espíritu Santo no puede enseñar sin este contraste, pue tú crees que la aflicción es felicidad. Cap.14.II.1.1:3.
El Espíritu Santo lleva la luz de la verdad a las tinieblas y deja que resplandezca sobre ti. Y a medida que resplandece en ti, tus hermanos la ven, y al darse cuenta que esta luz no es obra tuya, ven en ti mucho más de lo que tú mismo ves. Ellos serán los felices alumnos de la lección que esa luz le muestra porque les enseña a librarse de lo que no es nada y de todas las obras de lo que no es nada. Cap.14.II.4.3:5
Cuando enseñas a alguien que la verdad es la verdad, lo aprendes con él. Y así aprendes que lo que parecía ser lo más difícil de entender es lo más fácil. Aprende a ser un alumno feliz, pues jamás aprenderás como hacer que lo que no es nada sea todo.Cap.14.II.5.1:4
Si quieres ser un alumno feliz tienes que entregarle al Espíritu Santo todo lo que has aprendido para así desaprenderlo. Cap.14.II.6.1
III.- La decisión en favor de la inocencia
El alumno feliz no puede sentirse culpable por el hecho de tener que aprender. Esto es tan fundamental para el aprendizaje que jamás debiera olvidarse. El alumno que está libre de culpa aprende con facilidad porque sus pensamientos son libres. Esto conlleva, no obstante, el reconocimiento de que la culpabilidad no es la salvación, sino una interferencia que no tiene ningún propósito. Cap.14.III.1.1:4
Desear de algún modo la culpabilidad, en cualquier forma que sea, hará que dejes de apreciar el valor de tu inocencia y no la puedas ver. Cap.14.III.2.6
Cada día, cada hora y cada minuto, e incluso cada segundo, estás decidiendo entre la crucifixión y la resurrección, entre el ego y el Espíritu Santo. El ego es la elección a favor de la culpabilidad y el Espíritu Santo la elección a favor de la inocencia. De lo único que dispones es del poder de decisión. Cap.14.III.4.1:3
El milagro te enseña que has optado por la inocencia, la libertad y la dicha. El milagro no es una causa sino efecto. Es el resultado natural de haber elegido acertadamente, y da testimonio de tu felicidad, la cual procede de haber elegido estar libre de toda culpa. Cap.14.III.5.1:3
Dios es la única Causa y la culpabilidad es algo ajeno a Él. Cap.14.III.8.1
No es verdad que puedas tomar decisiones por tu cuenta, o para ti solo. Ningún pensamiento del Hijo de Dios puede estar separado o tener efectos aislados. Cada decisión que se toma, se toma para toda la Filiación, es aplicable tanto a lo interno como a lo externo y afecta a una constelación mucho mayor que nada que jamás hayas podido concebir. Cap.14.III.9.3:5
La paz mora en toda mente que acepta serenamente el plan que Dios elaboró para su Expiación, renunciando al suyo propio. Tú no sabes lo que es la salvación, pues no comprendes lo que es. No tomes decisiones con respecto a lo que es o dónde se encuentra, sino en vez de ello pregúntaselo todo al Espíritu Santo y no tomes ninguna decisión Sin su dulce consejo. Cap.14.III.12.4:6
Cada decisión que tomas por tu cuenta significa únicamente que quieres definir la que es la salvación y aquello de lo que debes ser salvado. El Espíritu Santo sabe que la salvación es escapar de la culpabilidad. Cap.14.III.13.3:4
Él es el poderoso protector de la inocencia que te hace libre. Cap.14.III.13.6
Permítele, por lo tanto, ser el único Guía que sigues hacia la salvación. Él conoce el camino y te conduce gustosamente por él. Con Él no podrás sino aprender lo que Dios desea para ti es tu voluntad. Cap.14.III.14.1:3
IV.- Tu papel en la Expiación
Cuando aceptas la inocencia de un hermano ves la Expiación en él. Pues al proclamarla en él haces que sea tuya y ves lo que buscabas. Más no verás el símbolo de la inocencia de tu hermano refulgiendo en él mientras todavía creas que no se encuentra en él. Su inocencia es tu Expiación. Cap.14.IV.1.1:4
El estado de inocencia es sólo la condición en la que nunca estuvo ahí ha sido eliminado de la mente perturbada que pensó que sí estaba ahí. Ese estado, y solo ese estado, es lo que tienes que alcanzar, con Dios a tu lado. Pues hasta que no lo alcances, seguirás creyendo que estas separado de Él. Tal vez sientas Su Presencia a tu lado, pero no podrás saber que eres uno con Él. Esto no se puede enseñar. Cap.14.IV.2.2:6
Los Hijos del Cielo viven en la luz de la bendición de su Padre, pues saben que están libres de pecado. La Expiación fue establecida como un medio de restaurar la inocencia en las mentes que la habían negado, y que, por lo tanto, se habían negado el Cielo a sí mismas. La Expiación te muestra la verdadera condición del Hijo de Dios. Cap.14.IV.9.1:3
V.- El circulo de la Expiación
La única parte de tu mente que es real es la parte que aún te vincula con Dios. Cap.14.V.1.1
Todo el mundo tiene un papel especial en la Expiación, pero el mensaje que se da a cada uno de ellos es siempre el mismo: El Hijo de Dios es inocente. Cap.14.V.2.1
Tu única misión aquí es dedicarte plenamente, y de buena voluntad, a la negación de todas las manifestaciones de culpabilidad. Acusar es no entender. Los felices aprendices de la Expiación se convierten en los maestros de la inocencia, la cual es el derecho de todo lo que Dios creó. No les niegues lo que les corresponde, pues no se los estarías negando solo a ellos. Cap.14.V.3.5:8
Aquí todos estamos unidos en la Expiación y no hay nada más en este mundo que pueda unirnos. Así es como desaparecerá el mundo de la separación, y cómo se restablecerá la plena comunicación entre Padre e Hijo. Cap.14.V.5.1:2
Los maestros de la inocencia, cada uno a su manera, se han unido para desempeñar el papel que les corresponde en el programa de estudios unificado de la Expiación. Aparte de este programa, no hay nada más que tenga un objetivo de enseñanza unificado. Cap.14.V.6.1:2
Todo aquel a quien liberes de la culpabilidad te mostrará tu inocencia. El círculo de la Expiación es infinito. Y con cada hermano que incluyas dentro de los confines de seguridad y perfecta paz de dicho círculo, tu confianza de que estás incluido y a salvo dentro del mismo aumentará. Cap.14.V.7.5:7
VI.- La luz de la comunicación
La jornada que juntos emprendemos es el intercambio de la obscuridad por la luz, y el de la ignorancia por el entendimiento. Nada que entiendas puede ser temible. Cap.14.VI.1.1:2
Lo que está oculto no puede ser amado, y así, solo puede ser temido. Cap.14.VI.1.9
La serena luz en la que el Espíritu Santo mora dentro de ti es sencillamente una luz donde todo está al descubierto, donde no hay nada oculto, por ende, donde no hay nada que temer. Cap.14.VI.2.1
Tú has considerado la separación como un medio de interrumpir la comunicación con tu Padre. El Espíritu Santo la reinterpreta como un medio de re-establecer lo que nunca se interrumpió, pero sí se había velado. Cap.14.VI.5.1:2
La única función del Espíritu Santo es facilitar la comunicación. Para poder restablecerla, por consiguiente, tiene que eliminar todo lo que la obstaculizaría. Cap.14.VI.8.1:2
- Los versículos compartidos, son indicativos a cada tema del párrafo de los capítulos, solo la lectura completa del libro Un Curso de Milagros, te dará una mejor comprensión.
- Audiolibro Cap. 14
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