Capitulo 14-UCDM-Libro de Texto 2da Parte

LAS ENSEÑANZAS EN FAVOR DE LA VERDAD

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VII.- Como compartir la percepción del Espíritu Santo

La percepción es el medio a través del cual se lleva la ignorancia ante el conocimiento. La percepción, no obstante,  tiene que estar desprovista de engaño,  pues de otra manera se convierte en el mensajero de la ignorancia en vez de en un ayudante en la búsqueda de la verdad. Cap.14.VII.1.7:8

La búsqueda de la verdad no es mas que un honesto examen de todo lo que la obstaculiza. La verdad simplemente es. No se puede perder, buscar ni encontrar. Está dondequiera que estés, pues está en tu interior. Cap.14.VII.2.1:4

Cuando una mente cree en la oscuridad y se niega a abandonarla, la luz no puede entrar. La verdad no lucha contra la ignorancia, ni el amor ataca al miedo. Lo que no necesita protección no tiene necesidad de defenderse de sí mismo. Las defensas son invenciones tuyas. Dios las desconoce. Cap.14.VII.5.1:5

El Espíritu Santo sólo te pide esto: que lleves ante Él todos los secretos que le hayas ocultado. Ábrele todas las puertas y pídele que entre en la obscuridad y la desvanezca con Su luz. Si lo invitas, Él entrará gustosamente. Y llevará la luz a la obscuridad si le franqueas la entrada a ella. Cap.14.VII.6.1:4

Pero Él no puede ver lo que mantienes oculto. Él ve por ti, pero a menos que tú mires con Él, Él no puede ver. La visión de Cristo no es sólo para Él, sino para ti y para Él. Llévale por lo tanto, todos tus pensamientos tenebrosos y secretos, y contémplalos con Él. Cap.14.VII.6.4:8

Uniéndote a Su manera de ver es como aprendes a compartir con Él la interpretación de la percepción que conduce al conocimiento. Por tu cuenta no puedes ver. Compartir la percepción con Aquel que Dios te ha dado te enseña a reconocer lo que ves. Es el reconocimiento de que ninguna cosa que ves significa nada por sí sola. Cap.14.VII.7.1:4

VIII.- El Santo lugar de encuentro

Has escondido en las tinieblas la gloria que Dios te dio, así como el poder con que Él dotó a Su inocente Hijo. Todo ello yace oculto en cada rincón tenebroso, envuelto en culpabilidad y en la oscura negación de la inocencia. Detrás de las sombrías puertas que has cerrado no hay nada porque no hay nada que pueda opacar el regalo de Dios. El que las hayas cerrado es lo que te impide reconocer el poder de Dios que refulge en ti. Cap.14.VIII.1.1:4

En ti y en el Espíritu Santo reside el Santo lugar de encuentro del Padre y del Hijo, Quienes jamás han estado separados. Cap.14.VIII.2.13

En el Santo lugar de encuentro el Padre y Sus creaciones están unidos, y junto con ellos lo están también las creaciones de Su Hijo. Hay un solo eslabón que los une a todos y los mantiene en la unidad desde la cual tiene lugar la creación. Cap.14.VIII.4.9:10

El eslabón a través del que el Padre se une a quienes Él da el poder de crear jamas puede ser destruido. Cap.14.VIII.5.1

búsqueda Verdad y enseñanza

IX.- El reflejo de la santidad

La Expiación no te hace santo. Fuiste creado santo. La Expiación lleva simplemente lo que no es santo ante la santidad, o,  en otras palabras,  lo que inventaste ante lo que eres. Cap.14.IX.1.1:3

La invención del tiempo para que ocupase el lugar de lo eterno se basó en tu decisión de no ser como eres. De esta manera, la verdad pasó a ser el pasado, y el presente se consagró a las ilusiones. Cap.14.IX.1.7:8

La santidad espera serenamente en el templo el regreso de aquellos que la aman. Cap.14.IX.4.1

La vida es tan Santa como la santidad mediante la que fue creada. La presencia de la santidad vive en todo lo que vive, pues la santidad creó la vida y no puede abandonar lo que creó tan santo como ella misma. Cap.14.IX.4.6:7

En este mundo puedes convertirte en un espejo inmaculado en el que la santidad de tu Creador se refleje desde ti hacia todo lo que te rodea. Puedes ser el reflejo del Cielo aquí. Cap.14.IX.5.1:2

La tierra puede reflejar el Cielo o el infierno, a Diós o al ego. Lo único que necesitas hacer es mantener el espejo limpio y libre de toda imagen en la que se oculta la obscuridad que jamás hayas superpuesto sobre él. Dios brillará en él por Su Cuenta. Sólo el claro reflejo de Dios puede ser percibido en dicho espejo. Cap.14.IX.5.4:7

La respuesta de la santidad a cualquier forma de error es siempre la misma. No hay contradicciones en lo que la santidad suscita. Sea cual fuere lo que se lleve ante ella su única respuesta es la curación. Cap.14.IX.8.1:3

X.- La igualdad de los milagros

Los reflejos que aceptas  en el espejo de tu mente mientras estás en el tiempo o bien te acerca a la eternidad o bien te alejan de ella. Pero la eternidad en sí está más allá del tiempo. Cap.14.X.1.2:3

Sé un reflejo de la paz del Cielo aquí y lleva este mundo al Cielo, pues el reflejo de la verdad atrae a todo el mundo a ésta,  y a medida que todos entran en ella,  dejan atrás todos los reflejos. Cap.14.X.1.6:7

El milagro responde siempre de la misma manera ante cualquier petición de ayuda. No la juzga.  Simplemente reconoce lo que es y responde consecuentemente. No se detiene a considerar qué petición es más importante, más urgente o más apremiante.Cap.14.X.6.3:6

Tal vez te preguntes porque se te pide que hagas algo que no requiere que emitas ningún juicio, cuando todavía eres prisionero de los juicios. La respuesta es muy simple: el poder de Dios, no el tuyo, es el que engendra los milagros. Cap.14.X.6.7:9

El único juicio involucrado en esto es que el Espíritu Santo divide la petición en dos categorías:  una en la que se extiende amor y otra en la que se pide amor.  Cap.14.X.7.1

Ninguna comunicación de Dios es secreta,  pues todo lo que es Suyo está al descubierto y es completamente accesible a todos,  puesto que es para todos. Nada puede vivir en secreto, y lo que tú quieras ocultarle al Espíritu Santo no existe. Cap.14.X.11.2:3

Deja que el Espíritu Santo te muestre a tu hermano y te enseñe tanto su amor como sus peticiones de amor. Cap.14.X.11.5

El milagro es el reconocimiento de que esto es verdad. Allí donde hay amor, tu hermano no puede sino ofrecértelo por razón de lo que el amor es. Pero donde lo que hay es una petición de amor, tu tienes que dar amor por razón de lo que eres. Dije antes que este curso te enseñara a recordar lo que eres y te restituirá tu identidad. Cap.14.X.12.1:4

Ya hemos aprendido que se trata de una identidad que compartes. El milagro se convierte en el medio a través del cual compartes. Reconocerás tu identidad al ofrecerla dondequiera que Ésta no se reconoce. Cap.14.X.12.5:7

X.- La prueba de la verdad

Todo lo que te has enseñado a ti mismo, ha hecho que seas cada vez menos conscientes de tu poder. No sabes lo que es ni dónde se encuentra . Has hecho un alarde de fuerza y de poder tan lamentable que no ha podido sino fallarte. Pues el poder no es una apariencia de fuerza, y la verdad está más allá de toda apariencia. Cap.14.XI.1.5:8

Aún así, lo único que se interpone entre ti y el poder de Dios que hay en ti, es tu falso aprendizaje, así como todos tus vanos intentos de querer deshacer lo verdadero. Cap.14.XI.1.9

La Expiación te enseña como escapar para siempre de todo lo que te has enseñado a ti mismo en el pasado, al mostrarte únicamente lo que eres ahora. Cap.14.XI.3.1

Nada que jamás aprendiste te puede ayudar a entender el presente, o enseñarte a deshacer el pasado. Tú pasado es lo que tú te has enseñado a ti mismo. Renuncia a él completamente. No trates de entender ningún acontecimiento,  ningún hermano ni ninguna cosa bajo su luz, pues la obscuridad en la que tratarías de ver tan solo empañaría lo que vieses. Cap.14.XI.3.5:8

Esta lección refulge con la gloria de Dios, pues en ella reside Su poder,  que Él gustosamente comparte con Su hijo. Aprende lo que es Su felicidad, la cual es también la tuya. Más para alcanzar esto tienes primero que estar dispuesto a llevar todas las lecciones tenebrosas que has aprendido ante la verdad, y depositarlas de buen grado con manos que estén abiertas listas para recibir, y no cerradas para agarrar. Toda lección tenebrosa que lleves ante Aquel que enseña lo que es la luz,  Él la aceptará, puesto que tú ya no la deseas. Cap.14.XI.4.4:7

Existe una sola prueba – tan infalible como Dios- con la que puedas reconocer si lo que has aprendido es verdad. Si en realidad no tienes miedo de nada y todos aquellos con los que estás, o todos aquellos que simplemente piensen en ti comparten tu perfecta paz, entonces puedes estar seguro de que has aprendido la lección de Dios, y no la tuya. Cap.14.XI.5.1:2

  • Para una mejor comprensión es necesario leer los capítulos completos, los versículos compartidos en cada capitulo, son a modo indicativos a cada tema.
  • Audiolibro Capitulo 14

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