Capitulo 16-UCDM-Libro de Texto

EL PERDON DE LAS ILUSIONES

I.- La verdadera empatía

Sentir empatía no significa que debes unirte al sufrimiento, pues el sufrimiento es precisamente lo que debes negarte a comprender. Unirse al sufrimiento del otro es la interpretación que el ego hace de la empatía, de la cual siempre se vale para entablar relaciones especiales en las que el sufrimiento se comparte. Cap.16.I.1.1:2

La capacidad de sentir empatía le es muy útil al Espíritu Santo, siempre que permitas que Él la use a Su manera. La manera en que Él la usa es muy diferente. Él no comprende el sufrimiento, y Su deseo es que enseñes que no es comprensible. Cap.16.I.1.3:5

El ego siempre utiliza la empatía para debilitar, y debilitar es atacar. Cap.16.I.2.5

Tú no sabes lo que es la empatía. Pero de esto puedes estar seguro: sólo con que te sentases calmadamente y permitieses que el Espíritu Santo se relacionase a través de ti, sentirías empatía por la fortaleza, y, de este modo, tu fortaleza aumentaría, y no tu debilidad. Cap.16.I.2.6:7

Todo lo que has aprendido acerca de la empatía procede del pasado. Y no hay nada del pasado que desees compartir, pues no hay nada del pasado que desees conservar. No te valgas de la empatía para otorgarle realidad al pasado y así perpetuarlo. Cap.16.I.3.4:6

La verdadera empatía procede de Aquel que sabe lo que es. Tú aprenderás a hacer la misma interpretación que Él hace de ella si le permites que se valga de tu capacidad para ser fuerte y no débil. Cap.16.I.4.1:2

La humildad es fuerza solo en este sentido: reconocer y aceptar el hecho de que no sabes, es reconocer y aceptar el hecho de que Él sí sabe. Cap.16.I.4.4

El significado del amor se pierde en cualquier relación que vaya en busca de la debilidad y espere encontrar amor en ella. Cap.16.I.6.1

II.- El poder de la santidad

Puede que aun pienses que no es posible entender lo que es la santidad porque no puedes ver como se puede extender de manera que incluya a todo el mundo. Y se te ha dicho que para que sea santa tiene que incluir a todo el mundo. La extensión de la santidad no es algo que te deba preocupar, pues no comprendes la naturaleza de los milagros. Tampoco eres tú el que los obra.Cap.16.II.1.1:4

Cuando dos mentes se unen y comparten una idea por igual, se establece el primer eslabón de la conciencia de que la Filiación es una. Cap.16.II.4.3

Cuando estableces esta unión tal como el Espíritu Santo te pide, y se la ofreces para que Él se valga de ella como crea conveniente, la percepción que naturalmente tiene de dicho regalo le permite a Él comprenderla, y a ti usar Su comprensión en beneficio propio. Cap.16.II.4.4

Honra la verdad que se te ha dado, y regocíjate de que no la comprendas. Los milagros son algo natural para Aquel que habla por Dios, pues Su tarea es traducir el milagro al conocimiento que representa, pero que se encuentra velado para ti.  Permite que entendimiento que Él tiene de los milagros te baste, y no les vuelvas la espalda a los testigos que Él te ha dado, quienes dan fe de Su realidad. Cap.16.II.5.3:6

III.- Las recompensas que se derivan de enseñar

Ya hemos aprendido que todo el mundo enseña, y que enseña continuamente. Es posible que hayas enseñado bien, pero que no hayas aprendido a aceptar el bienestar que te produce enseñar. Si examinas lo que has enseñado, y cuan ajeno es lo que creías saber, no podrías por menos que darte cuenta de que tu Maestro tuvo que proceder de más allá de tu sistema de pensamiento. Cap.16.III.1.1:3

Pues ciertamente lo que Él ha enseñado y lo  que tú has enseñado a través de Él,  no tienen nada en común con lo que tú enseñabas antes de que Él llegase. Y como resultado de ello, has llevado paz allí donde antes había dolor, y el sufrimiento ha desaparecido para a ser reemplazado por la alegría. Cap.16.III.1.6:7

Puede que hayas enseñado lo que es la libertad, pero no has aprendido a ser libre. Cap.16.III.2.1

El propósito de este curso es que aprendas a conocerte a ti mismo. Has enseñado lo que eres, pero no has permitido que lo que eres te enseñe a ti. Cap.16.III.4.1:2

Dentro de ti, no obstante, se encuentra todo lo que has enseñado. Cap.16.III.4.4

Las ilusiones no son sino creencias en algo que no existe. Y el aparente conflicto entre la verdad y la ilusión solo puede ser resuelto separándote de la ilusión y no de la verdad. Cap.16.III.4.9:10

Lo que has enseñado ya ha logrado esto, pues el Espíritu Santo es parte de ti. Al haber sido creado por Dios, Él no ha abandonado ni a Dios ni a Su creación. Cap.16.III.5.1:2

Has elegido esto al estar dispuesto a enseñar. Aunque enseñar parecía ocasionarte dolor, dispondrás del gozo que deriva de ello. Pues dicho gozo reside en el alumno, que se le ofrece al maestro con gratitud y lo comparte con él. A medida que sigas aprendiendo,  tu gratitud hacia tu Ser, que te enseña lo que Él es, aumentará y te ayudara a honrarlo. Y te darás cuenta de Su poder, de Su fuerza y de Su pureza y lo amarás como Su padre lo ama. Cap.16.III.7.2:6

IV.- Las ilusiones y la realidad del amor

No temas examinar la relación de odio especial, pues tu liberación radica en que la examines. Sería imposible no conocer el significado del amor si no fuese por eso. Pues la relación de amor especial, en la que el significado del amor se halla oculto, se emprende solamente para contrarrestar el odio, no para abandonarlo.Cap.16.IV.1.1:3

No te muestres renuente ahora, pues estas demasiado cerca, y cruzaras el puente sin ningún contratiempo, al ser transportado serenamente de la guerra a la paz. Pues la ilusión de amor jamás te satisfará, pero la realidad del amor, que te espera del otro lado, te lo dará todo. Cap.16.IV.2.5:6

El amor no es una ilusión. Es un hecho. Si ha habido desilusión es porque realmente nunca hubo amor, sino odio, pues el odio es una ilusión y lo que puede cambiar nunca pudo ser amor. Cap.16.IV. 4.1:4

Tu tarea no es ir en busca del amor, sino simplemente buscar y encontrar todas las barreras dentro de ti que has levantado contra él. No es necesario que busques lo que es verdad, pero si es necesario que busques todo lo que es falso. Toda ilusión es una ilusión de miedo, sea cual fuere la forma en que se manifieste. Cap.16.IV.6.1:3

Si buscas amor fuera de ti, puedes estar seguro de que estás percibiendo odio dentro de ti y de que ello te da miedo. Pero la paz nunca procederá de la ilusión de amor, sino sólo de la realidad de éste. Cap.16.IV.6.5:6

Del mismo modo en que tu Padre no puede olvidarse de la verdad que mora en ti, tú tampoco puedes dejar de recordarla. El Espíritu Santo es el puente que te conduce hasta Él,  el cual fue construido mediante tu voluntad de unirte a Él y creado por Su júbilo en unión contigo. Cap.16.IV.12.1:2

V.- La decisión de alcanzar la compleción

entre la ilusión y el amor

La relación de amor especial es el arma principal del ego para impedir que llegues al cielo. No parece ser un arma, pero si examinases cuánto la valoras y porqué, te darías cuenta de lo que es. Cap.16.V.2.3:4

La relación de amor especial es el regalo más ostentoso del ego y el que mayor atractivo tiene para aquellos que no están dispuesto a renunciar a la culpabilidad. Cap.16.V.3.1

En el Cielo, donde el significado del amor se conoce se conoce perfectamente, el amor es lo mismo que la unión. Cap.16.V.3.7

Para todo el mundo el Cielo es la compleción. En esto no puede haber desacuerdo porque tanto el ego como el Espíritu Santo lo aceptan. Están, no obstante, en completo desacuerdo con respecto a lo que es la compleción y a como se alcanza. Cap.16.V.5.1:3

El Espíritu Santo sabe que la compleción reside en primer lugar en la unión, y luego en la extensión de ésta. Cap.16.V.5.4

Para el ego, la compleción reside en el triunfo, y en la extensión de la “victoria” incluso hasta el triunfo definitivo sobre Dios. El ego cree que con esto el ser se libera finalmente, pues entonces no quedaría nada que pudiese ser un obstáculo para él. Ésa es su idea del Cielo. Para el ego, pues la unión- la condición en la que él no puede interferir- tiene que ser el infierno. Cap.16.V.5.5:8

El atractivo del infierno reside únicamente en la terrible atracción de la culpabilidad, que el ego ofrece a los que depositan su fe en la pequeñez. Cap.16.V.9.1

Pues el ego en sí es una ilusión, y sólo las ilusiones pueden dar testimonio de su “realidad”. Cap.16.V.9.5

La salvación reside en el simple hecho de que las ilusiones no son temibles porque son verdad. Cap.16.V.14.1

Decidir entre si escuchar o no las enseñanzas de este curso y seguirlas, no es sino elegir entre la verdad y las ilusiones. Cap.16.V.16.1

VI.- El puente que conduce al mundo real

Pues Dios creo el amor tal como Él quería que fuese, y lo dio tal como es. Cap.16.VI.1.5

El amor es libertad. Ir en su busca encadenándote a ti mismo es separarte de él. Cap.16.VI.2.1:2

La relación especial no significa nada sin un cuerpo. Si le atribuyes valor a la relación especial, tienes que atribuírselo también al cuerpo. Y no podrás sino conservar aquello a lo que atribuyes valor. Cap.16.VI.4.1:3

Ves el mundo al que le atribuyes valor. A este lado del puente ves un mundo de cuerpos separados que buscan unirse unos con otros en uniones exclusivas y convertirse en uno solo a costa de la pérdida que ambos sufren. Cuando dos individuos intentan convertirse en uno solo están tratando de reducir su grandeza. Cada uno quiere negar su poder, pues una unión exclusiva excluye al universo. Si se deja afuera mucho más de lo que se admite adentro, pues se deja a Dios afuera y no se admite nada adentro. Cap.16.VI.5.1:5

Una vez que hayas cruzado el puente, el valor del cuerpo disminuirá tanto ante tus ojos, que ya no tendrás ninguna necesidad de enaltecerlo. Pues te darás cuenta de que su único valor es el que de permite llevar a tus hermanos contigo hasta el puente, para allí ser liberados juntos. Cap.16.VI.6.4:5

La nueva perspectiva que adquirirás al cruzar el puente será el entendimiento de donde se encuentra el Cielo. Desde este lado parece encontrarse fuera de ti y al otro lado del puente. Pero al cruzar el puente para unirte al Cielo, éste se unirá a ti y  os volveréis uno. Y pensarás, con feliz asombro, que a cambio de todo renunciaste a lo que no era nada. Cap.16.VI.11.1:4

El Espíritu Santo sólo te pide este pequeño favor: que cada vez que tus pensamientos se desvíen hacia una relación especial que todavía te atraiga, te unas a Él en un instante santo y ahí le permitas liberarte. Cap.16.VI.12:1

VII. El final de las ilusiones

Es imposible abandonar el pasado sin renunciar a la relación especial. Pues la relación especial es un intento de revivir el pasado y alterarlo. Cap.16.VII.1.1:2

Ninguna relación especial se experimenta en el presente. Sombras del pasado la envuelven y la convierten en lo que es. Cap.16.VII.2.3:4

En realidad es imposible que no puedas desprenderte de lo que ya paso. Debe ser, por lo tanto, que estás perpetuando la ilusión de que todavía está ahí porque crees que sirve para algún propósito que quieres ver realizado. Y debe ser también que ese propósito no puede realizarse en el presente, sino en el pasado. Cap.16.VII.2.10:12

El instante santo es lo opuesto a la creencia fija del ego de que la salvación se logra vengando el pasado. Cap.16.VII.6.3

No hay nada por lo que tengas que guardarle rencor a la realidad. Lo único que debes perdonar son las ilusiones que has albergado contra tus hermanos. Su realidad no tiene pasado, y lo único que se puede perdonar son las ilusiones. Cap.16.VII.9.1:3

Busca y encuentra Su mensaje en el instante santo, en el que se perdonan todas las ilusiones. Cap.16.VII.11.1

Capitulo 15-2da Parte

Audiolibro Cap.16

  • Los versículos compartidos, son indicativos al tema de cada párrafo de los capítulos, solo la lectura completa del libro Un Curso de Milagros, te dará una mejor comprensión.

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