EL MUNDO INOCENTE
Introducción
Si no te sintieses culpable no podrías atacar, pues la condenación es la raíz del ataque. La condenación es el juicio que una mente hace contra otra de que es indigna de amor y merecedora de castigo. 1.1:2
El mundo que ves es el sistema ilusorio de aquellos a quienes la culpabilidad ha enloquecido. 2.2
Los niños vienen al mundo con dolor y a través del dolor. Su crecimiento va acompañado de sufrimiento y muy pronto aprenden lo que son las penas, la separación y la muerte. Sus mentes parecen estar atrapadas en sus cerebros, y sus fuerzas parecen decaer cuando sus cuerpos se lastiman. 2.5:7
Si éste fuese el mundo real, Dios sería ciertamente cruel. Pues ningún Padre podría someter a Sus hijos a eso como pago por la salvación y al mismo tiempo ser amoroso. El amor no mata para salvar.3.1:3
Este mundo es la imagen de la crucifixión del Hijo de Dios. Y hasta que no te des cuenta de que el Hijo de Dios no puede ser crucificado, esté será el mundo que verás.4.1:2
I.- Inocencia e invulnerabilidad
El amor y la culpabilidad no pueden coexistir, y aceptar uno supone negar otra.Cap.13.I.1.4
Sin culpabilidad, el ego no tiene vida, y el Hijo de Dios está libre de toda culpa. Cap.13.I.2.5
El Hijo de Dios será siempre tal como fue creado. Niega tu mundo y no juzgues al Hijo de Dios, pues su eterna inocencia se encuentra en la Mente de su Padre y lo protege para siempre. Cap.13.I.5.7:8
Solo te puedes condenar a ti mismo, y al hacer eso te impide reconocer que eres el Hijo de Dios. Cap.13.I.6.4
Eres invulnerable porque estás libre de toda culpa. Solo mediante la culpabilidad puedes aferrarte al pasado. Pues la culpabilidad determina que serás castigado por lo que has hecho, y, por lo tanto, depende del tiempo unidimensional, que comienza en el pasado y se extiende hasta el futuro. Cap.13.I.8.1:3
La culpabilidad, pues, es una forma de conservar el pasado y el futuro en tu mente para asegurar de este modo la continuidad del ego. Pues si se castiga el pasado, la continuidad del ego queda garantizada. Cap.13.I.8.6:7
De acuerdo con las enseñanzas del ego, por lo tanto, es imposible escaparse de la culpabilidad. Pues el ataque le confiere realidad, y, si la culpabilidad es real, no hay manera de superarla. El Espíritu Santo sencillamente la desvanece mediante el sereno reconocimiento de que nunca ha existido. Al contemplar la inocencia del Hijo de Dios, sabe que eso es verdad. Y al ser la verdad con respecto a ti, no puedes atacarte a ti mismo, pues sin culpabilidad el ataque es imposible. Tú estás, por lo tanto, a salvo, ya que el Hijo de Dios es inocente. Y al ser completamente puro, eres invulnerable. Cap.13.I.11.2:8
II.- El inocente Hijo de Dios
He dicho que la crucifixión es el símbolo del ego. Cuando el ego se enfrentó con la verdadera inocencia del Hijo de Dios intento darle muerte, y la razón que adujo fue que la inocencia es una blasfemia a Dios. Para el ego, el ego es Dios, y la inocencia tiene que ser interpretada como la máxima expresión de culpabilidad que justifica plenamente el asesinato. Cap. 13.II.6.1:3
Tal vez hayas reconocido la futilidad del ego y de sus ofrecimientos, pero aunque no los deseas, puede que todavía no contemples la alternativa con agrado. En última instancia, tienes miedo de la redención y crees que te aniquilaría. Cap. 13.II.8.3:4
Criatura de Dios, eso no es así. Ese “secreto por el que te sientes culpable” no es nada, y si lo sacas a la luz, la luz lo desvanecerá. No quedará entonces ninguna nube tenebrosa que pueda interponerse entre ti y el recuerdo de tu Padre, pues recordarás a Su inocente Hijo, que no murió porque es inmortal. Cap. 13.II.9.1:3
Pues el Hijo redimido del hombre es el Hijo inocente de Dios, y reconocerlo es tu redención. Cap. 13.II.9.7
III.- El miedo a la redención
Tal vez te preguntes porque es tan crucial que observes tu odio y te des cuenta de su magnitud. Puede que también pienses que al Espíritu Santo le sería muy fácil mostrártelo y desvanecerlo, sin que tú tuvieses necesidad de traerlos a la conciencia. Cap.13.III.1.1:2
Tu hostilidad no te perturba seriamente. La mantienes oculta porque tienes aún más miedo de lo que encubre. Podrías examinar incluso la piedra angular más tenebrosa del ego sin miedo si no creyeses que, sin el ego, encontrarías dentro de ti algo de lo que todavía tienes más miedo. No es de la crucifixión de lo que realmente tienes miedo. Lo que realmente te aterra es la redención. Cap.13.III.1.7:11
Bajo los tenebrosos cimientos del ego yace el recuerdo de Dios, y de eso es de lo que realmente tienes miedo. Pues este recuerdo te restituiría instantáneamente al lugar donde te corresponde estar, del cual te has querido marchar. El miedo al ataque no es nada en comparación con el miedo que le tienes al amor. Cap.13.III.2.1:3
IV.- La función del tiempo
Pues este es un curso acerca del amor, ya que es un curso acerca de ti. Se te ha dicho que tu función en este mundo es curar, y que tu función en el Cielo es crear. El ego te enseña que tu función en la tierra es destruir, y que no tienes ninguna función en el Cielo. Cap.13.IV.1.2:4
Para el ego el pasado es importantísimo, y, en última instancia, cree que es el único aspecto del tiempo que tiene significado. Recuerda que el hincapié que el ego hace en la culpabilidad le permite asegurar su continuidad al hacer que el futuro sea igual que el pasado, eludiendo de esa manera el presente. Cap.13.IV.4.2:3
A menos que aprendas que todo dolor que sufriste en el pasado es una ilusión, estarás optando por un futuro de ilusiones y echando a perder múltiples oportunidades que el presente te ofrece para liberarte. Cap.13.IV.6.5
Para el Espíritu Santo el propósito del tiempo es que éste finalmente se haga innecesario. El Espíritu Santo considera que la función del tiempo es temporal, al estar únicamente al servicio de Su función docente que, por definición, es temporal. Cap.13.IV.7.3:4
Si aceptas que tu función en el mundo del tiempo es curar, harás hincapié únicamente en el aspecto del tiempo en el que la curación puede tener lugar. La curación no se puede llevar a cabo en el pasado. Tiene que llevarse a cabo en el presente para así liberar futuro. Cap.13.IV.9.2:4
- Los versículos compartidos en todos los capítulos, son a modo indicativo de cada tema, solo la lectura del texto completo te dará una mejor comprensión.