Capitulo 27 -UCDM-Libro de Texto 2da Parte

LA CURACION DEL SUEÑO

VI.- Los testigos del pecado

El dolor exige atención, quitándosela así al Espíritu Santo y centrándola en sí mismo. Su propósito es el mismo que el del placer, pues ambos son medios de otorgar realidad al cuerpo. Cap.27.VI.1.3

El placer y el dolor son igualmente ilusorios, ya que su propósito es inalcanzable. Cap.27.VI.1.7

El pecado oscila entre el dolor y el placer, y de nuevo al dolor. Pues cualquiera de esos testigos es el mismo, y sólo tienen un mensaje: “Te encuentras dentro de este cuerpo, y se te puede hacer daño. También puedes tener placer, pero el costo de éste es el dolor”. Cap.27.VI.2.1:3

A excepción de esto, los testigos del pecado son todos iguales. Llámale dolor al placer, y dolerá. Llámale placer al dolor, y no sentirás el dolor que se oculta tras el placer. Cap.27.VI.2.6:8

Los testigos del pecado no hacen sino cambiar de un término a otro, según uno de ellos ocupa el primer plano y el otro retrocede al segundo. Es irrelevante, no obstante, cuál de ellos tenga primacía en cualquier momento. Los testigos del pecado sólo oyen la llamada de la muerte. Cap.27.VI.2.9:11

El cuerpo que de por si carece de propósito, contiene todas las memorias y esperanzas. Te vales de sus ojos para ver y de sus oídos para oír, y dejas que te diga lo que siente. Mas él no lo sabe. Cap.29.VI.3.1:3

El Testigo de Dios no ve testigos contra el cuerpo. Tampoco presta atención a los testigos que con otros nombres hablan de manera diferente a favor de la realidad del cuerpo. Él sabe que no es real. Cap.27.VI.4.1:3

Cada milagro que Él trae es un testigo de la irrealidad del cuerpo. Él cura a éste de sus dolores y placeres por igual, pues todos los testigos del pecado son reemplazados por los Suyos. Cap.27.VI.4.8:9

Sé, pues,  testigo del milagro, y no de las leyes del pecado. No hay necesidad de que sigas sufriendo. Cap.27.VI.7.1:2

Sana para que así puedas sanar, y evítate el sufrimiento que conllevan las leyes del pecado. Y la verdad te será revelada, por haber elegido que los símbolos del amor ocupen el lugar del pecado. Cap.27.VI.8.5:6

VII.- El soñador del sueño-

Sufrir es poner énfasis en todo lo que el mundo ha hecho para hacerte daño. En esto puede verse claramente la versión descabella que el mundo tiene de la salvación.Cap.27.VII.1.1:2

Al igual que en un sueño de castigo en el que el soñador no es consciente de lo que provocó el ataque contra él, éste se ve a sí mismo atacado injustamente, y por algo que no es él. Él es víctima de la ese “algo”, una cosa externa a él, por la que no tiene por qué sentirse responsable en absoluto. Él es el inocente porque no sabe lo que hace, sino solo lo que le hacen a él.  Cap.27.VII.1.3:5

Su ataque contra sí mismo, no obstante, aún es evidente, pues es él quien sufre. Y no puede escapar porque ve la causa de su sufrimiento fuera de sí mismo. Cap.27.VII.1.6:7

Ahora se te está mostrando que sí puedes escapar. Lo único que necesitas hacer es ver el problema tal como es, y no de la manera en que lo has urdido. Cap.27.VII.2.1:2

El primer ataque contra ti mismo tuvo lugar cuando te separaste de tu hermano. Y de esto es de lo que el mundo da testimonio. Cap.27.VII.6.4:5

Los testigos del pecado ocupan un reducido espacio. Y es ahí donde encuentras la causa de la perspectiva que tienes acerca del mundo. Cap.27.VII.7.1:2

No puede dudar de la realidad de sus sueños porque no se da cuenta del papel que él juega en su fabricación y en hacer que parezcan reales. Cap.27.VII.7.9

Nadie puede despertar de un sueño que el mundo esté soñando por él. Pues en ese caso él se ha convertido en parte del sueño de otro. No puede elegir despertarse de un sueño que él no urdió. Cap.27.VII.8.1:3

Es tan poca su valía que él no es más que una sombra danzante, que sube y baja al compás de un guion disparatado concebido dentro del fútil sueño del mundo. Cap.27.VII.8.6

Las únicas alternativas que tienes ante ti son o bien una muerte durmiente y sueños de maldad por una parte, o bien un feliz despertar y la alegría de la vida por otra. Cap.27.VII.9.4

Despierta y olvida todos los pensamientos de muerte, y te darás cuenta de que gozas de la paz de Dios. Cap.27.VII.10.6

La brecha que separa la realidad de los sueños no se encuentra entre lo que el mundo sueña y lo que tú sueñas en secreto. Pues en ambos casos se trata del mismo sueño. Cap.27.VII.11.4:5

Tú   eres el soñador del mundo de los sueños. Éste no tiene ninguna otra causa, ni la tendrá jamás. Todo lo que aterrorizó al Hijo de Dios y le hizo pensar que había perdido su inocencia, repudiado a su Padre y entrando en guerra consigo mismo no es más que un sueño fútil. Cap.27.VII.13.1:3

Descansa en el Espíritu Santo, y permite que Sus dulces sueños reemplacen a los que soñaste aterrorizado, temiéndole a la muerte. Cap.27.VII.14.3

Sueña dulcemente con tu hermano inocente, quien se une a ti en santa inocencia. Y el Mismo Señor de los Cielos despertará a Su Hijo bienamado de este sueño. Cap.27.VII.15.1:2

VIII.- El “héroe” del sueño

El cuerpo es el personaje central en el sueño del mundo. Cap.27.VIII.1.1

Ocupa el lugar central de cada sueño en el que se narra la historia de cómo fue concebido por otros cuerpos, cómo vino al mundo externo al cuerpo, cómo vive por un corto tiempo hasta que muere, para luego convertirse en polvo junto con otros cuerpos que, al igual que él, también mueren. Cap.27.VIII.1.3

El sueño del mundo adopta innumerables formas porque el cuerpo intenta probar de muchas maneras que es autónomo y real. Cap.27.VIII.2.1

Contrata a otros cuerpos para que lo protejan y para que coleccionen más cosas sin sentido que él pueda llamar suyas. Busca otros cuerpos especiales que puedan compartir su sueño. A veces sueña que es un conquistador de cuerpos más débiles que él. Pero en algunas fases del sueño, él es el esclavo de otros cuerpos que quieren hacerle sufrir y torturarlo. Cap.27.VIII.2.4:7

Las aventuras del cuerpo, desde que nace hasta que muere, son el tema de todo sueño que el mundo jamás ha tenido. El héroe de este sueño jamás cambiara, ni su propósito tampoco. Cap.27.VIII.3.2

Ésta es la lección que trata de enseñar una y otra vez: que el cuerpo es causa y no efecto. Y que tú que eres su efecto, no puedes ser su causa. Cap.27.VIII.3.4:5

De esta manera, tú no eres el soñador, sino el sueño. Y, por lo tanto, deambulas fútilmente entrando y saliendo de lugares y situaciones que él máquina. Que esto es todo lo que el cuerpo hace, es cierto, pues es más que una figura en un sueño. Cap.27.VIII.4.1:3

Nadie cree que realmente hubo un tiempo en el que no sabía nada de cuerpos y en el que no habría podido concebir que este mundo fuese real. Cap.27.VIII.5.5

El mundo que ves te muestra exactamente lo que creíste haber hecho. Excepto que ahora crees que lo que hiciste se te está haciendo a ti. La culpabilidad que sentiste por lo que habías pensado la proyectaste fuera de ti mismo sobre un mundo culpable que es el que entonces sueña tus sueños y piensa tus pensamientos por ti. Cap.27.VIII.7.2:4

El secreto de la salvación no es sino éste: que eres tú el que se está haciendo todo esto a sí mismo. Cap.27.VIII.10.1

Basta con que aprendas esta lección para que te libres de todo sufrimiento, no importa la forma en que éste se manifieste. El Espíritu Santo repetirá esta lección inclusiva de liberación hasta que la aprendas, independientemente de la forma de sufrimiento que te esté ocasionando dolor. Cap.27.VIII.11.2

Y Comprenderás que los milagros reflejan esta simple afirmación: “Yo mismo fabrique esto, y es esto lo que quiero deshacer”. Cap.27.VIII.11.6

Cuando perdones al mundo tu culpabilidad, te liberaras de ella. Su inocencia no exige que tú seas culpable, ni tu inocencia se basa en sus pecados. Cap.27.VIII.13.2:3

Ahora solo necesitas reconocer que los dos sois o inocentes o culpables. Lo que es imposible es que seáis diferentes el uno del otro; o que seáis ambas cosas. Este es el único secreto que aún te queda por aprender. Mas no será un secreto que has sanado. Cap.27.VIII.13.6:9

Audiolibro Cap.27 2da Parte

Capitulo 27-1ra Parte

  • Los versículos compartidos, son meramente indicativos al tema de cada párrafo del Capítulo, solo la lectura completa del libro de Un Curso de Milagros, te dará una mejor comprensión. Te invito a escuchar el audiolibro

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